Alumbrando los ojos del entendimiento; parece demasiado... lo era aun mas para un niño de apenas 8 años, de un barrio pobre del gran Buenos Aires en el año 1975. Ese fue el comienzo: cuando escuche por primera vez el nombre Jesús ...y algo en mi vida comenzo a cambiar aquel primer domingo de escuela dominical. Recuerdo como si fuese hoy unas palabras que le dije a mi mama uno de esos primeros domingos: le dije que a partir de mi las cosas iban a cambiar, que mis hijos no iban a ser pobres, ya que en verdad vivíamos muy mal y yo la veía sufrir mucho. Ya han pasado muchos años y la verdad que los cambios no han sido fáciles.He luchado mucho y se que Dios ha estado conmigo , porque hoy tengo a mi lado a mi esposa , a mis tres hijos y pude cambiar la historia que parecía que ya estaba escrita.
Pero si bien los cambios personales no han sido fáciles, hoy estamos ante el desafió de asumir cambios como un cuerpo , hablo de la Iglesia, y no solo como individuos.
Creo que la necesidad de un cambio ya no se puede discutir, lo que hay que pensar es en cuales son exactamente los cambios que hay que hacer... todo lo que tiene vida cambia.
